La salud del océano: un deber común
La ciencia avisa: hay que actuar ya para salvar los océanos
Parafraseando a Arthur Clarke, “qué inapropiado llamar Tierra a este planeta cuando es evidente que debería llamarse Océano”. Y es que nuestros océanos, que cubren el 70% de la superficie terrestre, son esenciales para nuestra vida y el clima del planeta. Absorben el 90% del exceso de calor y el 30% del CO2 generado por las actividades humanas desde la Revolución Industrial, desempeñando un papel crucial en la mitigación del cambio climático. Sin embargo, este rol protector ha tenido un alto costo para la salud de los océanos, incrementando su temperatura y provocando olas de calor marinas devastadoras para los ecosistemas.
Además, la absorción masiva de CO2 ha llevado a la acidificación de los océanos, disminuyendo su pH y afectando a los organismos calcáreos, como los corales, que son fundamentales para la biodiversidad marina. Este fenómeno podría revertir la capacidad de los océanos para absorber CO2, convirtiéndolos en emisores de este gas y agravando el calentamiento global. Desde el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, investigamos estos efectos y colaboramos con redes internacionales para predecir las tendencias futuras del cambio climático y la acidificación en diversas regiones, incluyendo el Mediterráneo y la Antártida, donde ya se observan impactos significativos.
Este es un extracto de un artículo de opinión de la investigadora Emma Huertas, publicado hoy y que puedes ver completo en el siguiente enlace:
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